CLARO QUE HAY SOLUCIÓN, SÓLO QUE AÚN NO LA HAS ENCONTRADO

jueves, 13 de octubre de 2016

Entre lo físico y lo mental

Estoy haciendo mi guerra personal al azúcar y considero que es la guerra más difícil que estoy viviendo porque aunque he ganado muchas batallas a lo largo de mi vida, lo cierto es que hay momentos en que el azúcar me gana.

Hace muchos años que dejé de echar azúcar en el café y el té. He aprendido a beber todas las bebidas libres de azúcar y si quiero refrescarme con un poco de sabor, echo unas rodajas de limón o naranja al agua y están exquisitas.

Pero quiero azúcar cero y hay algunos momentos donde mi cerebro me pide azúcar desesperadamente que es cuando termino de comer o cuando tomo un café del que también querría librarme de una forma definitiva.

¿Por qué no debemos consumir azúcar? 


Hace poco leí que el azúcar es el alimento de las cándidas  y cuando éstas proliferan, hacen que tu cuerpo demande continuamente azúcar e hidratos de carbono. Esto hace que comas más y a su vez que las cándidas proliferen invadiendo no sólo todo tu intestino sino también todo tu cuerpo.

No sé si mi caso es a causa de las cándidas pero es cierta esa demanda. La lucha entre tu guerra con el azúcar y la demanda de tu cuerpo no sé si es similar a la de un drogadicto que necesita librarse de su maldita dependencia pero el diálogo mental debería poder transcribirse para ser entendido. Terminas de comer y tu cuerpo te está pidiendo algo dulce. Tú dices que no, que tienes que resistirte, pero esa demanda está ahí durante horas. No es un deseo que va desapareciendo, es una demanda continua y creciente.

Sólo esa dependencia ilógica nos dice mucho de lo poco natural que es el azúcar. Antes no se consumía azúcar, antes se comían los alimentos sin ese dulzor tan intenso con que adornamos todos nuestros postres. El azúcar, además está presente en todos los alimentos procesados. Todo lo que alcance a tu vista en un supermercado tiene azúcar y la tiene porque es un conservante y lo es porque mata todos los organismos y, si mata todo.... ¿qué hará con nuestro cuerpo? El azúcar es un asesino lento, tan letal como el tabaco y yo lo quiero quitar de mi vida. Pero si alguna vez lo has intentado, sabrás lo difícil que resulta. No sólo porque forma parte de alimentos de los que no sospecharías que tienen azúcar, sino porque si vives con alguien, entonces seguro que hay azúcar disponible en casa y la lucha se hace doblemente difícil.

Una excelente solución es la fruta muy dulce. Después de comer es bueno tomar un plátano. Produce la saciedad que necesitas. Sus azúcares son más naturales y pensarás que ninguna dieta te lo recomienda pero siempre es mejor un plátano que un helado, aunque engorde. Sospecho que el azúcar natural del plátano o de las uvas, higos o ciruelas pasas, además de ser saciante cuando tienes esa dependencia feroz, debe de ser mejor digerida que el azúcar. Pero si optas por las pasas, vigila que no tengan azúcar. A veces las conservan con

Aprovecho para dejar un enlace de un artículo donde informa que hay un nuevo medicamento para la obesidad. No lo he probado, no sé cómo es, no sé si lo recomendaría pero forma parte de este blog dar información siempre fresca.

Aquí os lo dejo:

http://www.abc.es/sociedad/abci-espana-tratamiento-frente-obesidad-actua-sobre-mecanismos-apetito-201610111944_noticia.html


martes, 11 de octubre de 2016

Cómo incorporar el ejercicio en tu vida cuando no te apetece nada.

Hoy os envío un nuevo podcast donde os invito a incorporar una idea muy poderosa que os ayudará a incorporar el ejercicio en vuestra vida cuando no os apetece nada de nada. En el podcast descubrirás cómo hacer ejercicio en casa para bajar de peso pero, sobre todo, cómo motivarse para hacer ejercicio. El ejercicio es muy poderoso para las personas obesas, nos permite darnos cuenta de lo que cuesta quemar todo lo que comemos y también nos hace sentirnos mejor con nosotros mismos. El ejercicio constante moldea nuestro cuerpo aunque falláramos en todo lo demás y además impide que entremos en ese círculo vicioso de sentirnos mal y comer y volvernos a sentirnos mal. Es la llave de la felicidad así que hay que apostar por ella pero como nos cuesta mucho trabajo, aquí encontrarás una forma para que empieces a incorporarlo en tu vida de una forma sencilla y divertida. No te lo puedes perder, es mi idea más valiosa.

lunes, 10 de octubre de 2016

¿Qué hay de malo en adelgazar despacio?

¿Cinco kilos en una semana? ¿20 en tres meses? Suponiendo que fuera verdad ¿Te ha llevado eso a adelgazar de forma definitiva?


La relación tiempo y peso no tiene sentido por dos motivos, uno porque no existe una relación matemática entre el tiempo que vas a estar llevando una dieta y el peso que vas a conseguir. Es decir si en una semana adelgazas un kilo puede que cuando lleves cuatro semanas la relación ya no sea de un kilo por semana sino de medio kilo e incluso puede que esa cifra se invierta y al poco tiempo empieces a ganar. El segundo motivo es porque pensamos que una vez hayamos conseguido nuestro peso objetivo ya podemos vivir nuestra vida de antes y eso es volver a ganar peso con rapidez y volver a cargar con el problema de siempre, aunque eso sí, con menos dinero que antes.Si quieres soluciones rápidas nunca tendrás soluciones definitivas y, personalmente, como persona obesa que se ha llevado depepción tras decepción, apuesto por las soluciones definitivas pero, ya te lo adelanto, todavía no me ha dado nadie esa solución aunque eso no significa que no exista.

Hace mucho tiempo, un nutricionista me llevó a una reflexión que me pareció muy valiosa: "y si adelgazaras un kilo al año ¿qué hay de malo en eso? En diez años tendrías diez kilos menos y es más valiosa esa pérdida porque habrá supuesto que detrás de esa pérdida habrá una rutina y unos hábitos bien instaurados"

Para mí es tan valiosa esa reflexión que prefiero apostar por el cambio de hábitos, cueste lo que cueste y no tengo ninguna prisa en ir adquiriéndolos. No importan los resultados en la balanza, importan los efectos sobre la salud, el nivel de energía y la forma que va tomando tu cuerpo aunque sea lentamente. Ir ganando batallas poco a poco, ir aprendiendo cosas nuevas sobre ejercicios nuevos, alimentos adecuados, apostando por la salud, conciliándome con mi cuerpo... Visto así, todo tu futuro está lleno de éxitos mientras que no sabes qué pasará cuando acaben las cinco semanas de tu plan a corto plazo.

viernes, 7 de octubre de 2016

No consigo adelgazar

Sé perfectamente cómo te sientes. Haces todo lo que puedes pero no sólo no consigues adelgazar sino que además engordas. Sabes que estás haciendo esfuerzos y que no te están dando resultados. Haces ejercicio y dieta y aún así sigues sin adelgazar. Yo me encuentro en este momento en tu misma situación pero tengo dos normas que creo que pueden ayudarte. 

La primera de ellas es que para poder dominar algo que no controlas (y éste es un caso perfecto), deberás aprender sobre ello. Yo me paso mucho tiempo leyendo sobre temas de nutrición pero no sé si te habrás dado cuenta de que en el mundo de la nutrición no existen consensos. Todos te dicen "haz lo que te digo y adelgazarás" y te dan propuestas de eliminación de grupos: unos te quitan los blancos, otros te quitan el gluten, otros te quitan las carnes... hay gustos como colores y todos te prometen adelgazar. Después de haber probado todas esas propuestas, cada día dudo más de su eficacia y empiezo a tener mis propias ideas. Leer continuamente sobre nutrición y experimentar continuamente sobre las ideas que lees te permitirá encontrar la solución más adecuada y efectiva para tu cuerpo. 

La segunda de ellas también es muy importante y es que retes a tu cuerpo continuamente. Empieza por lo que puedes pero proponte un reto cada día, aunque sea pequeño, un reto que te permita ir cada día a más... cuando vas a más, consigues más. Estira todo lo que puedas tu poder. Está claro que hay personas delgadas en este mundo y son personas que se pasan mucho tiempo haciendo ejercicio y reduciendo sus tomas... esfuérzate cada día un poco más, un minuto más de correr o lo que hagas, una serie más del ejercicio que acostumbras, una cuchara más que quitas del plato... todos los días un poco más. No mires el final de la montaña... mira sólo el próximo paso. Eso te permitirá conseguir objetivos aunque tardes un poco. ¡No te rindas nunca!

jueves, 6 de octubre de 2016

Hazlo todo público

No debería ser así pero el valor que le damos a nuestro compromiso con los demás suele tener más peso que el valor que le damos al compromiso con nosotros mismos. Hacemos por los demás cosas que no haríamos por nosotros mismos sólo porque les amamos, les tememos, les respetamos o les admiramos o simplemente para que no hablen de nosotros, no nos rechacen o no nos coloquen en el ojo crítico de un huracán de reproches.

No podemos luchar contra eso, que nos acepten socialmente es muy importante para nosotros, tan importante que haríamos todo lo posible por mantener esa aceptación. Lo entendí un día que tenía que apuntar todo lo que comía para un nutricionista y vino alguien con uno de mis postres preferidos, un delicioso gofre de chocolate.

Entonces tuve que decidir si me comía el gofre y lo apuntaba en la lista, o bien me lo comía y no le decía nada al nutricionista omitiéndolo en la lista. También podía elegir no tomarme el postre.

La primera de las opciones era impensable. No podría reconocerle al nutricionista que me había comido un gofre, qué pensaría de mí, que soy inconsistente, que no soy capaz de llevar una dieta, que por eso estoy obesa... Así que la cosa estaba entre la segunda opción, mentir, o la tercera, no tomármelo. Normalmente me cuesta mucho trabajo mentir, no está en mi forma de ser, me produce un conflicto incómodo, no es que no lo haya hecho nunca pero sí es molesto. Por eso aposté por no tomármelo y así no tener que apuntarlo.

Todo lo que haces público pasa por tu propia censura. No te comerías en público un dulce, no confesarías en público todo lo que has comido entre horas. Y para lo positivo también funciona: podrías hacer públicas las veces que haces ejercicio haciéndote un selfie con tu maya de gimnasia. No te saltarías tu deporte para poder seguir colgando el selfie. Es más, si haces un vídeo semanal de tus logros para que la gente te aplauda por el esfuerzo te animarías a ser constante. Así que el truco está en hacerlo todo público.

martes, 4 de octubre de 2016

Cómo ser firme en la dieta (2ª parte)

La segunda parte del artículo que escribí ayer, he preferido hablarla en un podcast porque me había dado cuenta de que este tema requiere mucha reflexión. Así que aquí os dejo el podcast. En él encontraréis algunas razones de por qué fracasan las dietas para poderle poner soluciones.  Espero que os ayude.

lunes, 3 de octubre de 2016

Cómo conseguir ser firme en tu dieta (1ª parte)

Para ser firme en una dieta, antes deberías analizar por qué no lo eres y sólo tú puedes saber qué razones te lo impiden pero yo voy a compartir contigo las que me lo impiden a mí porque el haberlo analizado me ha permitido conseguir muchos logros.

1. Renuncias que en el fondo no estaba dispuesta a hacer: muchas veces vamos al nutricionista esperando que nos dé una dieta temporal con la que adelgazar un tiempo para después volver a nuestro estilo antiguo sin entender lo importante que es desterrar de nuestras dietas algunos alimentos como por ejemplo los snacks o la bollería de una forma definitiva. Ahora que he conseguido que esos alimentos no existan en mi dieta todavía tengo otros retos en mi vida que lograré vencer.

2. La dieta elegida está demasiado lejos de nuestras costumbres, es decir, hemos ido a un nutricionista que nos ha puesto un plan de comidas que no tienen nada que ver con nuestra alimentación habitual. Tienes que tomar alimentos que ni siquiera sabías que existían. Muchos de ellos son difíciles de conseguir o de cocinar.

3. La gente con la que convives no hace dieta. Te solicitan platos contrarios a tu dieta, compran comida que no deseas que esté en casa.

4. La dieta es muy cara. Para mí esta es la principal traba que me estoy encontrando en este momento así que es muy importante hablar de ella.

5. La sensación continua de hambre, esa que te hace comer rápido y lo que pilles.

No se me ocurren más razones por las que resulta difícil seguir una dieta pero debes ser lo más sincera posible contigo para poder entenderlo porque de otro modo no vas a poder resolverlo. Es en las soluciones de tus obstáculos donde está el éxito pero si no conoces o no asumes tus obstáculos no podrás resolverlos y lo importante no es que existen sino conseguir que desaparezcan. Así pues, te invito a hacer tu lista porque de ella vamos a hablar largo y extendido en el próximo podcast que espero publicarlo mañana.