CLARO QUE HAY SOLUCIÓN, SÓLO QUE AÚN NO LA HAS ENCONTRADO

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Una infusión por cada chuche

La mejor política es no tenerlos en casa... pero a veces no puedes decidirlo. Vives con un goloso y por más que lo intentas, la tentación vive en tu despensa. Tratas de resistirte todo lo que puedas pero el tiempo que no estás comiendo una golosina, tu cerebro anda todo el tiempo pidiéndote, rogándote que le satisfagas con uno de esos dulces que sabes que están ahí, molestándote con su presencia, perturbando tu paz y tus planes de cumplir con tus objetivos.

Para estos casos, he ideado un truco que, al menos a mí, me ha funcionado. Me he comprometido que cada dulce debe ir acompañado de un vaso de agua o de una infusión. Ese vaso de agua o esa infusión me la tomo con mi estilo, a sorbitos pequeños y degustándola. Esto ha espaciado considerablemente una toma de tentación con respecto a la otra y espaciar es ganarle tiempo a la tentación.

Así que pueden estar ahí todo el tiempo, tu cerebro sabe que después de la infusión puede caer otra y ya no tienes tanta ansiedad y con este sistema he conseguido que unas galletas de chocolate que ha comprado mi chico, las cuales podría yo devorar 6 o 7 en una mañana, es la una del medio día y sólo llevo dos, un café y un té verde con hierbabuena (sin azúcar). Además consigues tus objetivos de hidratación, e incluso cumples con las tisanas que quieres añadir a tu dieta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario